Desde Ecologistas en Acción condenamos el asesinato fascista de Carlos, un compañero que se dirigía a una concentración contra el racismo y el fascismo. Queremos a su vez, expresar todo nuestro apoyo a los familiares y amig@s de Carlos, así como al movimiento antifascista y antirracista de Madrid.
Esta condena la extendemos a todas las agresiones racistas y de extrema derecha que se están produciendo en Madrid y en diferentes puntos del Estado español, agresiones que reflejan una muy preocupante escalada en la violencia de estos grupos. Denunciamos la impunidad con la que se mueven, la pasividad institucional que existe tras el repunte de estos grupúsculos neonazis y la permisividad con la que se les deja actuar, como lo demuestra la legalización, por parte de la delegación del gobierno, de la manifestación racista del domingo pasado, la cual fue la causa de la muerte de Carlos. Exigimos al gobierno estatal y regional, así como al estamento judicial en pleno, la ilegalización de estas entidades que siembran el terror nazi así como la prohibición de todo acto que promuevan, incluidos la manifestación fascista del 20-N y la que se ha convocado para este sábado.
No se debe confundir la democracia con la libertad de expresión de posturas fascistas que, lejos de incluir propuestas de convivencia entre todas las personas plantean la eliminación de algunas de ellas. La democracia no se construye por eliminación sino por adición y, por lo tanto, los postulados fascistas no entran dentro de una mínima convivencia democrática.
Condenamos especialmente la actitud de la policía nacional que, mientras protegía a los racistas, reprimió a los y las que se concentraron para protestar contra la permisividad al fascismo, muchos de ell@s vecinos del barrio de Usera que contemplaban atónitos cómo se convocaba una concentración contra la inmigración.
Por otro lado, nos parece inadmisible la cobertura del asesinato de Carlos por parte de los medios de comunicación, que han hablado de reyerta entre bandas cuando lo que se produjo fue una agresión a un joven de 16 años, cuyos ideales incluían la lucha contra el racismo, a cargo de un militar nazi que portaba un cuchillo de caza. Es deleznable el reducirlo todo a “ grupos extremistas” y comparar a agresores y agredidos, más aún cuando los primeros creen en la superioridad de razas y van armados por la calle.
Queremos a su vez llevar la reflexión al plano político y expresamos nuestro rechazo al macabro juego mediático y político del PSOE, del PP y de los medios de comunicación afines a ellos, pues mientras juegan a ver quién tiene la bandera más grande, se enzarzan en debates que, además de sembrar el odio que da alas al fascismo, oculta la grave crisis ecológica y social que sufrimos debido a un sistema económico que prima el egoísmo, la dominación machista y la depredación.
Es triste, a su vez, contrastar la impunidad con la que viven los grupos nazis con la creciente represión política, mediática, policial y judicial a la que estamos sometidas las personas que integramos los movimientos sociales anticapitalistas de izquierda, aquellos que buscamos un mundo pacífico, solidario, ecologista, antimilitarista y feminista.
Ante todo esto, hacemos un llamado a la sociedad para salir a la calle exigiendo el fin del racismo y del fascismo, apoyando todas las movilizaciones en repulsa de éstos, para que nunca más haya que lamentar otro trágico incidente como el del domingo pasado.
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